Estuve cuatro dias, en un viaje de placer en Oporto, y sinceramente me sorprendió la ciudad, en la mayoria de los aspectos. A pesar de que el hotel, estaba un poco apartado del centro, no me importó excesivamente, porque me gusta mucho andar, y asi, descubrir rincones diferentes a las tipicas panoramicas de la ciudad. En aspectos como la restauración, el alojamiento, o entradas a los museos los encontré mas baratos que la ciudad en la que resido, Madrid. Un detalle menos positivo que me gustaría reseñar, acerca de la ciudad, es que bastantes edificios antiguos se encontraban, abandonados, o incluso en ruinas. Resumiendo, fue un viaje inolvidable que además disfruté mucho, porque me encontré con gente agradable, simpática y con ganas de ayudarte.